miércoles, 13 de octubre de 2010

Viaje de ida y vuelta

Me dijeron una vez que en los aeropuertos es donde se concentra una mayor cantidad de historias personales. Es bastante romántico, si te paras a pensarlo. Toda esa gente subiendo y bajando de aviones, dando el primer paso hacia una nueva vida en el extranjero o volviendo al lugar de origen, el que consideran su hogar; hombres y mujeres de negocios arrastrando maletas mínimas cargadas de lo justo para dos días de congreso, padres que esperan impacientes la aparición del hijo al que no han abrazado en semanas, quizá meses; las piernas impacientes que no saben estar quietas en la cola de la puerta de embarque, tantas miradas expectantes dirigidas al avión que acaba de aterrizar. La misma premisa se da en otros medios de transporte como el autobús, aunque restringida a territorio nacional.

Hace semanas que he vuelto, pero sigo recordando el día de mi partida como si hubiera sucedido ayer. Me fui sintiendo un bloqueo que me impidió ser consciente de mi nerviosismo, aunque sabía perfectamente que no estaba ni mucho menos tranquilo. Es una sensación única, la que te empuja a embarcarte en una nueva vida al mismo tiempo que luchas contra la resistencia ante lo desconocido.

Yo decidí volver, seguir con mi vida de siempre. Sin embargo, a mi particular manera, he empezado un nuevo viaje. Prueba de ello es el hecho de que dicho bloqueo me ha acompañado durante los primeros días de mi vuelta.

Cada nuevo paso que doy me reafirma en mi teoría de que nada es ni será ya igual a como era antes del último verano. Esa vida a la que esperaba regresar se terminó cuando cogí el autobús rumbo a Lisboa, aunque haya desandado mis pasos volviendo a Galicia. El escenario es el mismo, al menos lo parece, pero la historia ha pasado al siguiente capítulo. Casi puedo leer el título escrito en negro sobre el blanco de las nubes, cada vez más abundantes y densas. Como mis expectativas.

Acertado o equivocado, estoy viviendo mis decisiones. Me siento optimista con respecto a ellas, y algo me dice que no me arrepentiré. En cualquier caso, las estaciones siempre estarán en el mismo sitio, si es que quisiera cambiarlas.

Somos los viajeros los que nos movemos.

11 comentarios:

Eloy dijo...

no puedes decir que no te arrepientes cuando no sabes lo que te estas perdiendo... yo no soy tu, ni mucho menos, pero en lo poco que llevo aqui, si no hubiese venido, si me arrepentiria

Anónimo dijo...

Muchas veces necesitamos un cambio de aires para que al volver veamos las cosas de otra forma. No le des vueltas nene, la vida puede ser aquí o allí, pero siempre con una sonrisa y mirando al frente.

Un beso cielo

Cecilia dijo...

Un placer leer tus entradas, como siempre... me encanta esa descripción que haces de las sensaciones que se pueden dar en los aeropuertos,es muy acertada ;D
Saludooos!!

Mr. Brightside dijo...

Disfruto mucho leyéndote, escribes MUY bien y me gusta. Lo importante es que se trata de lo que tú has decidido. Ánimo, suerte y empeño; seguro que ha sido una buena decisión. Un saludo.

Christian Ingebrethsen dijo...

Eso es lo importante, que estés contento y seguro del viaje que ya has iniciado.

Besos.

Nacho López Murria dijo...

toda la razón compañero de fatigas!

Yagoloro dijo...

Hola Álvaro,

Efectivamente, somos nosotros los que nos movemos, y me alegro de que eso lo tengas claro, :)
Volver no es lo mismo que desandar o rendirse, no siempre significa eso, quiero decir. Y lo que tú dices: lo importante es que lo hayamos decidido nosotros, ;)

Mi caso es el de alguien que se va por un tiempo pero que sabe que va a volver y por ello trata vivir cada momento. Choca directamente con lo que hago en mi "ciudad de origen", porque realmente nunca tenemos tiempo que desaprovechar, estemos donde estemos.

Un saludo y re-bienvenido; ^^

Unknown dijo...

dice mucho que uno no se arrepienta de sus decisiones.suerte

sonia marpez dijo...

la vida es un viaje sin billete de vuelta, hay que intentar disfrutar todo lo que se pueda de la estancia en los distintos lugares en los que se hace parada.

EIDO dijo...

Aquí o allá, si tienes dudas es mejor pararse, reflexionar e ir sobre seguro.
Ya tendrás tiempo de arrepentirte (si hace falta que lo hagas) y rectificar, como bien dices.
Además, Pontevedra echaría de menos a alguien como tú jeje

besaco!

Sara dijo...

. me pregunto a donde ira cada persona que vuela, cual sera su destino, por que razon vuelan, si van a visitar a algun enfermo, si van a descubrir un rincon del mundo, si van a conocer una nueva vida, si van a reencontrarse con un viejo amigo, si van huyendo de una vida, de alguna persona, de algun amor... si vuelvan por gusto y disfrutan, o si van acojonados en todo el viaje... si llegaran a salvo o sera la ultima vez que puedan pisar tierra firme... ]