sábado, 12 de junio de 2010

Des-Carrie-ados

El otro día fue noche de cine: Sexo en Nueva York 2. En cuanto Saínza y yo llegamos y echamos un vistazo a nuestro alrededor, comprendimos que la gran mayoría estaba allí para la misma película que nosotros. Grupos de chicas en su mayoría, pero también parejas formadas por una chica y su sustituto del hombre perfecto. Es decir, su amigo mariquita. Saínza y yo nos miramos, aceptando el hecho de que, aquella noche, éramos un cliché que podía elevarse a la categoría de clásico.
Siempre me ha gustado Sexo en Nueva York. La serie. Las historias donde el peso del argumento recae sobre varios personajes son mis favoritas. En este caso, se trata de cuatro mujeres que, a pesar de ser muy distintas y tener estilos de vida bastante diferentes, están unidas por un estrecho lazo de amistad que las ha mantenido unidas durante años. Su éxito se debió a su frescura, a la naturalidad con que hablaba de temas que nadie más tocaba en aquel momento. Cuatro mujeres hablando de sexo sin tapujos. Cuatro mujeres independientes, profesionales, libres. La moda es un elemento que fue ganando protagonismo, supongo que como medio de perfilar las dispares personalidades de las protagonistas a través de su imagen. Como la vida misma, en realidad. Ahora, parece que todo ha quedado reducido a los modelitos extravagantes, la alta costura, las joyas y los zapatos.
Las cuatro protagonistas, representantes de cuatro formas distintas de vivir como mujer en una ciudad contemporánea, ahora no son más que caricaturas de sí mismas, reducidas a la mínima expresión de lo que empezaron siendo. Charlotte, el ama de casa agotada amenazada por una canguro que no sabe lo que es un sujetador; Miranda, la madre trabajadora que se siente culpable por no poder ir al concurso de ciencia del colegio de su hijo; Samantha, la eterna soltera que se resiste a envejecer o parecer vieja; y Carrie, la fashion victim que se chapa la revista Vogue y aún le queda tiempo para escribir libros sobre relaciones. La que era la quinta protagonista de la serie, la ciudad de Nueva York, es completamente ignorada, lo que supone, a mi entender, un gran fallo.
Coco Chanel dijo una vez “En cuanto a accesorios, quítate lo último que te hayas puesto”. Estoy de acuerdo con ella. Sarah Jessica Parker y compañía deberían quitar esta película de su filmografía. Sexo en Nueva York 2 no tiene ni estilo ni clase. La clase se encuentra en la sencillez, en la mesura. Con esto no estoy diciendo que SENY 2 sea compleja, pero tampoco sencilla. Es simple, que no es lo mismo.
El slogan de la primera película fue Get Carried Away -"Encarrílate" en español-, pero en la segunda parte yo diría que se descarriaron completamente del espíritu original de la serie.

6 comentarios:

Silvia dijo...

jajajaja ¿sabes como me sentí yo cuando salí de la sala de cine?
- estafada y con una ganas irremediables de alcoholizarme! mis amigas y yo teníamos ganas de tomarnos un cosmo... o un martini y mira que no nos gustan!

... perdió sentido la película, los personajes no son la sombra de lo que eran en la serie.

Saludos Alvaro,
besos!

Anónimo dijo...

Un fan nunca puede criticar aquello que le ha hecho disfrutar tanto.
Los fans le deben mucho a Sex&the city y le tienen que permitir todo, aunque sólo sea por esos pequeños momentos de infinito auto-onanismo que han dado estas cuatro mujeres (y Absolut Hunkle), aunque hagan Sexo en Nueva York 84: despellejadas y menopausicas.
Un saludo.
Pd. Álvaro, amor, tienes una pluma.... bárbara!!! (en sentido literario, cari)

Unknown dijo...

Pues a mi me gustó.
Entiendo que no se le pueden pedir peras al olmo y que estas mujeres tienen que crecer en algún momento. Por Dios q Sam tiene 52 años!!!
Tiene que haber cambios de hace 12 años para acá. Aunque claro, viéndolo como tu, no se trata casi nada de sexo y casi nada de NY.Igual tenían q haber cambiado el título.jaja

Cris dijo...

La serie era muy entretenida; la peli, un petardo.

Besitos!

Rubia de la cuarta fila dijo...

Adoro la primera película y cada uno de los capítulos de la serie. El viernes mismo iba a dejarme caer por el cine para disfrutar de la segunda, pero no pudo ser. Cuando la vea tendré en cuenta tu crítica y comparamos:)
Un besaco de una Carrie sin Manolos.

Anónimo dijo...

te puedes creer que nunca he visto la serie? Así que me han aconsejado que no vaya a ver la película si no quiero dormirme en la butaca, ajajajaj..

Un beso cielo